sábado, 16 de marzo de 2013

Fotografía: aprendiendo a trabajar la luz. (Parte 1)

Todas las formas que alcanzamos a distinguir es gracias a la presencia de luz. Sin luz no distinguiríamos absolutamente nada. Un pequeño haz de luz ya nos hace distinguir algún objeto, alguna pequeña forma que nuestros ojos captan tratando de darle algún sentido.

¿Se han fijado en los ojos de otra persona al estar expuestos a la luz? La pupila al recibir más luz de lo que el ojo ya estaba acostumbrado se hace más pequeña para dosificar toda esa luz extra. Así el ojo puede encandilarse y comienza un proceso de acostumbramiento a esa luz. La fotografía hace algo bastante parecido así es que tomando esta explicación de base, les contaré cómo funciona la base de la fotografía. ¿De qué les servirá todo eso? Pues al comprender el proceso, podrán obtener mejores resultados en sus fotos.

Primero quiero partir hablándoles de la fotografía análoga, que es la base para todo el instrumento digital que usamos hoy. Y lo principal para sacar una fotografía en forma análoga es la película, el "rollo", la carga, o como prefieran llamarlo. Yo lo llamo la película. ¿Cómo funciona la película? ¿Qué hace que después de haber sacado nuestras fotos resulte en un negativo que se convertirán en fotografías?


Creo que sabemos que la película es terriblemente sensible a cualquier luz (sí, a la luz roja también) y se "quema" con facilidad si es expuesta a ella. ¿Por qué? ¿qué hace que sea tan sensible a la luz? Pues la película esta compuesta por pequeñas partículas de plata fotosensibles que se "queman" con la luz directa. La cámara al tomar una fotografía deja pasar por segundos o fracciones de segundo una determinada cantidad de luz que se "imprime" en la película que se encuentra atrás de la cámara. A simple vista esto no se puede ver, pero al momento de revelado de la película tenemos unos químicos llamados Revelador y Fijador. El Revelador tiñe todas aquellas partículas que fueron alcanzadas por la luz, y luego el Fijador detiene el proceso y hace que las partículas de plata no se sigan quemando. Así aparece el negativo.

Comprender este proceso nos ayuda a entender qué es el ISO. En las películas podemos escoger lo que es el ISO. Hay ISOs de 25 hasta 3200, pero el más común y convencional para sacar fotos es el ISO 100. ¿Qué es esto entonces? Nada más y nada menos que el tamaño de las partículas de plata. En un ISO 25 las partículas de plata son muy pequeñas. En un ISO 3200 son mucho más grandes. Esto nos ayudará a escoger la película de acuerdo a las condiciones de luz. Si el lugar donde sacaré mis fotos es oscuro, probablemente utilizaré un ISO 400, 800 o más, ya que las partículas de plata son más grandes y se quemarán con facilidad al pequeño contacto con la luz. Por otro lado si quiero sacar fotografías donde la cantidad de luz la puedo controlar y son detalles de objetos o personas, utilizaré un ISO menor donde las partículas de plata son bastante más pequeñas, se demorarán más en quemarse, pero el resultado ofrecerá una excelente definición en la fotografía porque las partículas son pequeñas. Es como los pixeles, a mayor cantidad de pixeles, mejor definición. A menor cantidad de pixeles, perdemos definición.


Como les decía, lo normal para sacar fotografías es el ISO 100 que se comporta muy bien con cualquier tipo de luz y otorga una buena definición en las fotos. Recuerdo hace años atrás que una marca de fotografía sacó una película donde podrías sacar excelentes fotos en días nublados y la vendían como la gran cosa. No era nada más que una película de ISO 400 en vez de la convencional ISO 100. Hoy en muchos de los modelos de cámaras digitales que están saliendo podemos escoger el tipo de ISO digital para que la cámara sea más o menos sensible a la luz.

En el próximo artículo les hablaré de la apertura y la velocidad que está en directa relación con lo que les conté en esta primera parte.

¡Hasta la próxima!

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